Viejos Lobos de bar.

Señores pasando el tiempo, un domingo por la tarde, feo, frío y medio lluvioso, en un bar de Lobos. El salón del bar era bien grande y no había muchas mesas ocupadas. Cada cual estaba en lo suyo, pensando, leyendo o simplemente con la mirada perdida. Yo no hacia mucho mas que ellos, así que los dibuje. El del bastón creo que en un momento se dio cuenta; durante un rato me clavo la mirada y me examino de arriba abajo. Yo era un forastero, alguien que nunca vio, no solo en el bar, tampoco en el pueblo, y yo miraba a la gente y anotaba algo en un libretita. La situación se puso tensa. Apure el cafe, pague, deje propina del 10% y me fui a caminar a la plaza. Todavía faltaban un par de horas para que anocheciera y el frío era todavía soportable, así que me fui a dibujar la iglesia del pueblo.

1 comentario:

  1. Está muy bueno, Branca! Me pasé un largo rato a estas altas horas de la noche, disfrutando tus dibujos. Me gustan mucho, también, estos pequeños cuentitos.

    Chapeau!

    Vico.

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